ADQUIERA EL HÁBITO DE LA ALEGRIA

La alegría tiene una doble ventaja: que se contagia a los otros, y que, aunque sea fingida actúa lo mismo que si fuese sincera. Y no sólo actúa sobre los otros sino sobre uno mismo. Este es el gran secreto de la alegría: Que le basta manifestarse para convertirse en un sentimiento auténtico.
Y una cosa muy importante: que no deje que se extienda en su familia la sensación de que como ya todos se ven con absoluta naturalidad y se tienen completa confianza, no es necesario ser amable ni decir frases afectuosas.